El servicio de salvamento y socorrismo de la playa de Puerto de Sagunto ha tenido que realizar un nuevo rescate de bañistas esta misma semana. Concretamente estas personas se encontraban dándose un baño en la zona del espigón de Ciudadmar y empezaron con dificultades para poder salir del agua, algo que pudieron hacer gracias a la rápida respuesta y la gran labor que realizan los socorristas de la capital del Camp de Morvedre.
Como ha podido saber El Económico, este servicio de salvamento tuvo que socorrer, en un primer lugar a un hombre de edad avanzada «que recibió asistencia médica pero solo por control, sin revestir ningún problema, ya que posteriormente se fue por sus propios medios a sentarse en su silla». En segundo lugar los socorristas también tuvieron que rescatar a una familia, formada por un matrimonio y un niño, que tampoco podían salir del agua.
Estas cuatro personas tuvieron más suerte que el hombre que falleció la pasada semana en esta misma zona de Puerto de Sagunto que, cabe recordar, es una de las más peligrosas de esta playa. Asimismo, hace quince días fueron dos personas las que se quedaron atrapadas en el agua y tuvieron que ser rescatadas, junto a otras dos personas que se lanzaron en su ayuda, por un helicóptero que formaba parte de un gran dispositivo de salvamento que se puso en marcha.
«La existencia del espigón genera una acumulación de arena que, con ayuda de los temporales, a su vez, genera un fondo irregular dando como resultado los llamados canales de retorno que son una especie de badenes por los que el agua encuentra un camino de vuelta más fácil. Estos canales no son complicados de identificar ya que se muestra un cambio de tonalidad en el agua y las olas rompen de una forma diferente en este lugar. El resultado, una peligrosa zona por la que el agua encuentra su camino de vuelta y que resulta una trampa, en ocasiones mortal, para los bañistas», han informado.
Consejos
Es por este motivo por el cual, desde el servicio de salvamento y socorrismo de la playa de Puerto de Sagunto afirman que los bañistas deben entender que las recomendaciones dadas por los socorristas, así como las indicaciones de banderas, deben prevalecer aún con el servicio finalizado. «Si bien recomendamos el baño en horas de vigilancia, en caso de realizarlo en horas distintas recomendamos ciertas pautas previas tales como la simple y mera observación del estado del mar, oleaje y corrientes, evitar horas con poca visibilidad, no alejarse demasiado de la línea de costa y evaluar nuestro estado físico y mental antes de realizar el baño», aseguran.
Y es que el mar Mediterráneo atrae a multitud de visitantes cada año, pero son los meses de verano cuando sus aguas, cálidas y tranquilas, invitan a disfrutar de un baño agradable. Pero hay que recordar que, aún disfrutando del agua, lo hacemos en un medio estrictamente natural y en ocasiones hostil. El mar siempre tiene un comportamiento variable, en ocasiones predecible y otras tantas no, pero siempre influenciado por la acción y dirección del viento, especialmente en verano, cuando las variaciones térmicas son más agudas y se producen cambios de estado importantes, y lo más peligroso, en espacios de tiempo cortos.
«El equipo de salvamento y socorrismo aúna la experiencia, los conocimientos y el equipamiento necesario para actuar cuando este medio natural que tanto disfrutamos se vuelva hostil. Esta tarea, esencial para salvar vidas, no es la única que realizamos. De hecho, los mayores esfuerzos durante el día a día los dedicamos a la prevención y la vigilancia precisamente para evitar realizar una intervención. Pero nuestro servicio queda limitado al horario de vigilancia, cuya amplitud se ajusta a las horas de mayor afluencia de bañistas, y por ende, de mayor riesgo. Sin embargo, el mar y el viento, ajenos a nuestros horarios, siguen su comportamiento natural. Respetando las indicaciones del servicio y apelando al sentido común, se podrá disfrutar con mayor seguridad del baño», han asegurado a este periódico.
