Las plagas de cucarachas son una de las quejas más habituales de los vecinos de Puerto de Sagunto durante los meses de más calor en la capital del Camp de Morvedre. Las altas temperaturas y la humedad, como las que estamos viviendo en la actualidad con la ola de calor que está sufriendo la Comunitat Valenciana, hacen que proliferen el número de estos insectos que, habitualmente viven en el alcantarillado de las ciudades pero que, con este clima, su hábitat se hace insoportable y, por este motivo, deciden subir a la superficie para buscar, entre otras cosas, comida para poder subsistir.
Es en este momento cuando las quejas vecinales se hacen más patentes, algunos de los cuáles, incluso, acusan al Ayuntamiento de Sagunto de no hacer nada por acabar con estas plagas de cucarachas a pesar de que desde el consistorio saguntino se llevan haciendo desde hace años tratamientos anuales para controlar no sólo la plaga de este tipo de insectos sino también de roedores y de mosquitos, unos tratamientos que lleva a cabo una entidad relacionada con la Universidad de Valencia que ha estado coordinada, durante mucho tiempo, por el catedrático Ricardo Jiménez, especialista en control de plagas.
«La plaga es una circunstancia que se crea cuando un vector ocasiona daños que no son soportables. El control no sirve solo hacerlo aplicando un insecticida sino que se deben tomar una serie de medidas. Consideramos que los tratamientos preventivos son fundamentales a la hora de evitar este tipo de plagas», ha explicado Jesús Ferrandis, propietario de la empresa Tratam, encargada de realizar controles de plagas, quien asegura que la mejor manera para evitar la entrada de este tipo de insectos en las viviendas particulares es que exista una colaboración entre los tratamientos que pone en marcha el Ayuntamiento de Sagunto con otros que hagan los particulares en sus domicilios y comunidades.
Consejos
Así pues, Ferrandis asegura que los pasos a seguir a la hora de realizar un control de plagas, sea la que sea, son la evaluación del hábitat, la identificación de los puntos críticos y las medidas correctoras, en primer lugar físicas, es decir saneamiento de las zonas, eliminación de los matorrales y malas hierbas en caso de que sean solares, limpieza del alcantarillado y de la basura, y finalmente la aplicación de medidas químicas, es decir, insecticidas. «No por echar más insecticidas vamos a tener menos cucarachas; lo que es más importante es evitar que entren con tratamientos de prevención que, aunque no se ven, son muy efectivos porque lo que hay que hacer es dificultarles la vida a este tipo de insectos modificando sus hábitats, complicándoles el acceso a la comida y evitando que se reproduzcan. La salud pública es igual que la sanidad, no es un gasto, es una inversión», asegura el experto.
Entre los lugares por los que este tipo de insectos se cuelan en las casas, Jesús Ferrandis, asegura que los sitios más proclives para su entrada a los domicilios son las bajantes, al tratarse de zonas con mucha humedad, las cámaras de aislamiento, sobretodo en viviendas unifamiliares, por los huecos de las tuberías o por las ventanas ya que la conocida como Periplaneta americana, o cucaracha roja, al tener alas puede volar para colarse por los huecos que se dejan en ellas. «Lo que se hace con los tratamientos de control de plagas es reducir el grado de infestación de estos insectos porque acabar con ellos al 100% es imposible», ha afirmado Ferrandis quien recomienda que, en los casos de comunidades de vecinos, se haga un control de las zonas comunes porque con esto se dificultará la entrada de las cucarachas en las viviendas ya que, además, también se revisan zonas húmedas como pueden ser los garajes o los huecos de los ascensores.
Asimismo, en cuanto a los productos que se utilizan para los tratamientos de control de plagas, Ferrandis apunta que cumplen con todos los requisitos que marca la legislación vigente, que tienen menos toxicidad que hace años y que son específicos y selectivos para el tipo de insecto o roedor que se va a tratar en ese momento. «Antes se usaban unos tipos de insecticidas que mataban a cualquier bicho viviente pero ahora son más selectivos; se han eliminado aquellos productos que eran perjudiciales aunque, al estar hablando de insecticidas, siempre interfieren con el medio ambiente, pero lo hacen de una manera mínima», explica el experto en control de plagas.
Casos particulares
Son muchos los vecinos que han mostrado su desagrado porque tienen que sufrir este tipo de insectos en sus casas, comunidades e, incluso, en sus lugares de trabajo. Éste es el caso de una ciudadana de Puerto de Sagunto que se vio afectada hace unas semanas por una plaga de cucarachas que le aparecían por diversos lugares de la clínica que regenta. «Para mí ha supuesto un perjuicio el tener que cerrar un día mi negocio para que viniese una empresa a fumigar porque, aunque ahora mismo no tengo ninguna cucaracha, cuando aplicaron el tratamiento contamos hasta 50 insectos muertos», ha afirmado esta vecina de la localidad.
Pero éste no es el único caso ya que este rotativo también ha tenido conocimiento de un hecho que tuvo lugar hace algunas semanas donde personas que transitaban por la calle La Palmereta vieron como salían de una de las alcantarillas de esta zona de la ciudad, decenas de este tipo de insectos que corrían hacía otros lugares, una imagen nada agradable para las personas que transitaban por ahí, pero tampoco para las que viven o tienen sus negocios por esta zona del núcleo de población.
En cuanto a los casos particulares, no es la primera vez que este periódico informa sobre vecinos de Puerto de Sagunto que tienen que tomar medidas para evitar que entren cucarachas en sus domicilios como es el caso de tapar los marcos de las ventanas con cinta aislante para evitar que se cuelen por los huecos mínimos que hay; además, en algunas fincas de la localidad se han empezado a tomar medidas en las entradas de los patios donde, día tras día, se encuentran cadáveres de varios de estos insectos, «algo que aseguro que no es muy agradable de ver», según informa un vecino de la ciudad.
