Uno de los objetivos que tenía previstos acometer el concejal de Urbanismo, Francisco Villar, antes de que concluyera esta legislatura, era el adecentamiento y vallado del solar situado a la entrada de Puerto de Sagunto, frente a la gasolinera de Repsol y detrás del Bar San Carlos, es decir, el triángulo ubicado entre las avenidas Fausto Caruana, 9 de Octubre, y la calle Juan de Austria.
Según ha reconocido Villar, ha sido necesario poner de acuerdo a los propietarios de este suelo para poder materializar una reparcelación voluntaria, por lo que el asunto no ha estado exento de ciertas dificultades, aunque, finalmente, se ha podido llegar a un acuerdo: «desde que tengo uso de razón, he visto siempre ese solar y el de Quevedo, en Sagunto, completamente abandonado, por eso me marqué, como objetivo, cuando me hice cargo de Urbanismo, ver la forma de resolver estos dos temas que llevan años y años olvidados. La recuperación del solar de Quevedo ya se ha iniciado, con el proyecto que hemos puesto en marcha, y los trabajos de limpieza y adecentamiento del solar de la entrada del Puerto de Sagunto ya han empezado».
Este terreno, que tiene una extensión de 8.251 metros cuadrados, pertenece de forma desigual a tres propietarios distintos: por un lado, el Ayuntamiento de Sagunto, que posee una parcela de 675,17 metros cuadrados, mientras que el resto pertenece a dos privados, uno es titular de 1.041,91 metros cuadrados, y el mayoritario posee la parcela restante, de 6.635,09 metros cuadrados. En cuanto al uso urbanístico que se le podrá dar a estas tres parcelas, el mismo será de tipo terciario, es decir, no se podrán construir viviendas, aunque sí edificaciones destinadas a la actividad comercial, servicios, hoteles, etc.
Dentro de los trabajos de limpieza y adecuación de este solar, se contempla el derribo de la caseta que en su día se utilizó como centro de información turística, así como un chamizo que se encuentra dentro del propio solar. Una vez terminadas estas labores, los propietarios tendrán que proceder al vallado perimetral de sus parcelas, para evitar que, con el paso del tiempo, se conviertan nuevamente estos terrenos en un foco de vertidos, suciedad y ratas, que durante tantas décadas ha deteriorado paisajísticamente, una de las entradas más transitadas al casco urbano de Puerto de Sagunto.
