La ausencia de recursos económicos y la precariedad de la vivienda, han abocado a cientos de familias valencianas a buscar ayuda para comer. ONG, comedores sociales, albergues, bancos de alimentos y voluntarios particulares no dan abasto y es que la cifra de personas que precisan de esta ayuda no deja de aumentar. La Cruz Roja es una de las más importantes ONG del mundo y trabaja día a día para dar respuesta a esta crisis económica y es que, una de cada cuatro personas atendidas por Cruz Roja en la Comunidad Valenciana, vive en riesgo extremo de exclusión.
La Cruz Roja Camp de Morvedre sabe que, a pesar de los anuncios de mejora de la situación económica, la crisis no ha terminado. Siguen llegando peticiones de ayuda de familias de la comarca con dificultades para cubrir sus necesidades básicas. Actualmente se gestionan alrededor de 1000 solicitudes de ayudas que incluyen desde alimentos para adultos y lactantes, ropa y menaje del hogar, productos de higiene, material escolar para niños y jóvenes, hasta refuerzo escolar y orientación laboral, según fuentes de la Cruz Roja. «Todos somos conscientes de la crisis que todavía hoy estamos padeciendo por lo que nos hemos volcado en intentar paliar de alguna forma esas carencias e intentar cubrir, en la medida de lo posible, esas necesidades mínimas» asegura Asun García, coordinadora de la delegación del Camp de Morvedre.
El paro y la pobreza hacen mella en la capacidad de los valencianos para garantizarse los suministros mínimos vitales y es por ello que cada vez son más las personas que acuden a la Cruz Roja en busca de ayuda. En la medida de sus posibilidades intentan atender a todas las solicitudes, pero son prioritarias las solicitudes de «los que se encuentran en el escalón más bajo del umbral de la pobreza. Ese es siempre nuestro criterio para la selección de los casos que atendemos» añade García.
Según La Cruz Roja los programas que acumulan mayor número de beneficiarios son los programas de lucha contra la pobreza seguido por el de personas mayores y el colectivo de inmigrantes. Los principales problemas que señalan las personas atendidas por Cruz Roja son encontrarse sin ingresos, tener hijos a su cargo, baja cualificación profesional, vivir en una vivienda temporal y tener una enfermedad grave. La entidad ha tenido, por lo tanto, que adecuar sus áreas de actuación a las diferentes necesidades y perfiles. «Si de algo podemos sentirnos orgullosos como entidad es que hemos ido adaptando nuestra intervención a los cambios en la sociedad» hace constar la delegada.
Numerosas familias que se encuentran en estas condiciones y que recibían alguna prestación de la administración, están siendo derivadas de los servicios sociales públicos a las ONG. Pero es que, además, la crisis ha provocado un empobrecimiento generalizado de las clases sociales. «Lo que en algunos espacios se denominaban familias normalizadas, ahora ya no lo son y se han sumado a nuestros solicitantes» certifica García.
El Indicador Global de Vulnerabilidad de Cruz Roja se sitúa en el 18,1% en la Comunidad Valenciana, algo inferior que el promedio nacional. El 70% de los participantes tienen un nivel moderado de riesgo global, algo más del 20% tiene un nivel alto, y menos de un 10%, un nivel muy alto o extremo.
El desarrollo de campañas para el bienestar de la sociedad, el alojamiento provisional de individuos que necesitan ayuda y la recolección de vestimenta, comida y medicamentos para donar, forman parte de las actividades habituales del movimiento. «Hoy en día la Delegación Comarcal de Camp de Morvedre cuenta en su cartera de proyectos con una diversidad de proyectos que atiende distintos colectivos, adaptando su intervención a las necesidades de la sociedad actual», afirma Asun García.
El equipo que trabaja para que todo esto sea posible se compone íntegramente de voluntarios. Son cuarenta los que ahora trabajan en esta delegación del Camp de Morvedre y participan de forma activa en todos sus proyectos. Aún así, toda ayuda es poca y desde esta delegación «invitamos a la población a que se sume a este equipo que, de forma desinteresada, trabaja para los que más lo necesitan», dice Asun García.
Pero la labor de esta institución humanitaria va más allá de la asistencia a familias desfavorecidas y abarca varios ámbitos tanto sociales como económicos y ambientales. Además de proporcionar ayudas de primera necesidad, se centra en incrementar las acciones de acceso al empleo, y la atención a niños y niñas en dificultad social. «Actualmente hemos dado un giro a nuestra intervención, y desde los inicios de la crisis en 2008 hemos implantado una serie de proyectos en los que trabajamos con niños en riesgo de exclusión social y educativa, personas mayores solas y familias desestructuradas» asegura la delegada.
Un informe de esta organización revela que el perfil medio de la persona participante en los programas de la Cruz Roja es de mujeres de entre 25 y 49 años, desempleadas, casadas o en pareja, y con uno o dos hijos a su cargo. Sin embargo, según dicho informe, son los hombres los que tienen un mayor riesgo de vulnerabilidad. «El perfil de nuestros usuarios ha ido, más que variando, ampliándose: en los inicios de la crisis, el perfil eran inmigrantes, transeúntes y desplazados y familias de etnia gitana en su gran mayoría; actualmente a estos colectivos se han sumado familias que hace apenas tres años contaban con recursos suficientes para cubrir sus necesidades básicas pero ahora han rebasado el umbral de la pobreza» apuntan desde Cruz Roja. Es por ello que pueden estar orgullosos de llevar la «humanidad, imparcialidad, neutralidad, independencia, carácter voluntario, unidad y universalidad» como señas de identidad de la Institución en todos sus ámbitos y niveles de actuación.
Cruz Roja actúa en todo el ámbito Comarcal, desplegando su actividad solidaria por los Valles, la Baronía, Canet d’Enberenguer, etc., además de atender a Sagunto y en el Puerto de Sagunto.
Por lo que respecta a financiación, en estos momentos, Cruz Roja de la comarca del Camp de Morvedre no recibe ningún tipo de subvención económica de ningún Ayuntamiento o entidad financiera, según informan. «Actualmente se financia íntegramente con fondos no finalistas: socios, venta de boletos y fraccionamientos de loterías, donaciones privadas y de empresas, Banderita, eventos solidarios...», asegura García. Esta organización no cuenta con espacios cedidos ni por administraciones públicas ni por entidades privadas, y es por ello que destina parte de su dinero al mantenimiento de las infraestructuras que ellos mismos financian. «El resto van dirigidos a la compra de alimentos perecederos que cumplimentan los lotes alimentarios, los kits de emergencia social (higiene, alimentación infantil), material escolar, al transporte de los alimentos, formación del voluntariado…», señala la delegada.
La Cruz Roja no batalla sola. Junto con ella colaboran el resto de entidades de la comarca que también trabajan en contra la exclusión social. La delegación de Cruz Roja de la comarca mantiene una estrecha relación el Centro Solidario de Alimentos de Sagunto, con el área de servicios sociales de distintos Ayuntamientos de la zona, con la Parroquia San José del Puerto de Sagunto, con Cáritas, la Asociación de Vecinos de Nova Canet, y una larga lista de asociaciones solidarias. «Remarcar que nos une un único objetivo común: trabajar por los que más lo necesitan» concluye Asun García.
Con la misma filosofía con la que hace más de 150 años, Henry Dunant emprendía la acción que inspiraría la creación de la Cruz Roja, trabajan hoy los voluntarios de la entidad: brindar ayuda a los que más la necesitan. Y aunque los índices de pobreza se disparen en nuestra sociedad, parece que también lo hacen los de solidaridad. Es por ello desde la Cruz Roja «dan las gracias a todas las personas que nos apoyan con sus aportaciones económicas o en especie». La acción de Cruz Roja Camp de Morvedre para el 2015 se centrará en la defensa y la protección de la infancia y la juventud sin dejar a un lado las necesidades de aquellas personas con otros perfiles, que la necesiten.
