Las fiestas del Puerto de Sagunto han vuelto a ser noticia por perder el control de una vaquilla por segunda vez en un plazo de 24 horas. En esta ocasión, según confirman fuentes municipales, los hechos sucedieron en la madrugada del sábado al domingo, y al contrario de lo que sucedió el viernes, el animal no escapó del recinto ferial, sino de la zona de corrales,donde el animal logró llegar a una de las carpas embistiendo contra las sillas y mesas que había en la misma. El animal fue reducido a escasos metros de la zona de corrales, pero requirió la colaboración de decenas de festejos que lograron controlar a la res.
El concejal presente en ese momento en el recinto ferial, José Luis Martí actual concejal de fiestas del Ayuntamiento de Sagunto, ha confirmado que no se produjeron heridos de gravedad a pesar de las imágenes aparatosas que se ven en los vídeos grabados en el momento. De hecho el edil señala como únicos daños personales los de una chica que recibió un golpe al saltar hacia el recinto portuario al intentar huir de la vaquilla, y un familiar suyo que se hizo un esguince al intentar llegar hasta ella.
Martí ha señalado que si bien comprende la preocupación que puedan generar las imágenes, el recinto cumple todas las medidas de seguridad marcada por la ley, los barrotes tienen una separación de 32 centímetros, para que pueda pasar un humano de pero no un toro, aunque la vaquilla que se escapó el viernes era de un tamaño tan pequeño que logró atravesar la barrera, y los dispositivos de seguridad se han puesto en marcha rápidamente en las dos ocasiones, lo que demuestra su eficacia al evitar que estos dos incidentes hayan acabado en tragedia.
El edil ha agradecido la colaboración de los aficionados que, «entienden de toros y actuaron con rapidez para controlar a la res» en palabras textuales, y de los sanitarios que atendieron a las dos personas que se habían hecho daño. También ha criticado la actuación de «algunos alias de internet, cobardes que no firman con su nombre,y que por tratar de sacar rédito político son capaces de desprestigiar la labor de los profesionales que conforman los servicios de seguridad del recinto, y alarmar a la población».
