El Portavoz Socialista, José Luís Chover, sostiene que «por falta de capacidad para llegar a un consenso entre vecinos y hosteleros, Castelló y su equipo de gobierno tiene paralizada la ordenanza de mesas y sillas lleva tiempo a la espera de su puesta en vigor, lo que ha generado este desorden administrativo que ahora, el concejal Villar intenta enmendar revisando las sanciones, muchas de ellas hechas sin un criterio claro, que recibieron los hosteleros en su momento».
Para Chover, «es evidente que hace falta una modificación de esta ordenanza, ya que, sobre todo en el periodo estival, surgen permanentes conflictos, sin saber muy bien los afectados a qué normativa deben acogerse, especialmente en cuestiones de superficie ocupada, horarios e instalaciones y vallados que últimamente han surgido como setas par casi todas las calles. Es necesaria la concreción que supone una ordenanza para que la labor inspectora que ejerce la policía local se desarrolle con claridad y si se producen sanciones estén perfectamente justificadas y amparadas en un texto legal, que no de lugar a interpretaciones. Entendemos que lo que debe hacer Castelló y su equipo es presentar el borrador de la ordenanza y luego escuchar y analizar las alegaciones que correspondan, con el objetivo de llegar a un consenso con todas las partes y realizar las modificaciones que sean necesarias».
«Estas soluciones “express” de revisar sanciones, que no hace más que “parchear” las malas acciones realizadas, han creado numerosos problemas a los hosteleros por un lado y la relación con los vecinos por otro. Es evidente de que si no existen normas claras y las sanciones se ejecutan con criterios dispares según las circunstancias, los hosteleros no saben a qué atenerse, pues, según han manifestado éstos, muchas veces lo que es permitido hoy, mañana es sancionable».
«Los hosteleros y restauradores solicitan, con cierta lógica, que si se promociona a nuestra ciudad como destino turístico, deben existir un grado de flexibilidad legal y de apoyo a su actividad para que quienes nos visitan disfruten al máximo de sus vacaciones, sobre todo en época estival. De la misma forma, los vecinos tienen su derecho en relación a los ruidos molestos y a los abusos que se puedan cometer. Pero no hay reglas de juego claras, todo queda en manos de una libre interpretación donde la mayoría sale perjudicada», sostiene el Portavoz Socialista.
Concluye Chover que «después de tanto tiempo, el borrador que nos presentaron permanece en un cajón, seguramente a la espera de una nueva legislatura, ya que las cuestiones complicadas aunque sean necesarias y casi urgentes, no es bueno decidirlas en año electoral. Eso es lo que piensa Castelló, y no se cortan nada en posponer la aprobación de una norma cuyo desarrollo puede generar conflictos en sus inicios.Lejos de debatirla y consensuarla para una adecuada implantación, mejor meterla en el cajón».