Mientras los trabajadores de Galmed preparaban ayer sus próximas acciones en Bruselas, y el Conseller de Industria atribuía a un posible error de traducción las afirmaciones de los directivos de ThyssenKrupp de que no se había presentado una oferta seria por Galmed, el Vicepresidente de la Generalitat Valenciana, José Císcar, reconocía en su comparecencia pública de los viernes que el Consell «ha hecho todo lo posible para evitar el cierre y los puestos de trabajo» pero ThyssenKrupp «está cerrada en banda» a la venta de la planta siderúrgica de Puerto de Sagunto.
El actual número dos del Consell no quiso siquiera entrar a valorar los motivos de la decisión de ThyssenKrupp, «por las razones que sea, comerciales o de cualquier otro tipo, la empresa no quiere esa solución». Lo más cerca que estuvo Císcar de definir la actitud de los directivos alemanes fue cuando aseguró que las razones del cierre «parece que no son meramente económicas».
Císcar ha defendido que la Generalitat ha buscado alternativas como mediar para la compra de la empresa «pero la empresa no quiere esa solución».
Con estas afirmaciones el vicepresidente del Consell viene a confirmar que ThyssenKrupp nunca tuvo intención real de vender la planta, siendo ese anuncio sólo el primero de los muchos desplantes que han hecho los directivos alemanes a sus trabajadores en Puerto de Sagunto.