La ansiada reunión de Duisburgo entre los directivos de ThyssenKrupp y los representes de la ciudad, una delegación formada por miembros del comité de empresa de Galmed, sindicatos y los portavoces de todos los grupos municipales con presencia en el ayuntamiento, ha terminado con las peores noticias para los intereses de nuestra ciudad: los directivos de ThyssenKrupp sólo barajan, hoy por hoy, la opción del cierre para la planta de Puerto de Sagunto, algo que arroja a los ciudadanos de la comarca a un nuevo ciclo de protestas en busca de la implicación política del gobierno español.
La noticia ha sentado como un baño de agua fría por los trabajadores de Galmed que se encontraban concentrados en las puertas de la que aún es su factoría en Puerto de Sagunto. A pesar de que desde los círculos sindicales se barajaba desde hace tiempo la posibilidad del cierre, puesto que los directivos de ThyssenKrupp son conocidos por la rigidez de sus decisiones, siempre quedaba la esperanza de que acciones como la espectacular manifestación vivida en mayo hubiera hecho mella en unos directivos que están tratando de cerrar una planta que da beneficios. Sin embargo la dirección alemana de la multinacional se ha mostrado impasible ante las peticiones de nuestra comarca y ha reiterado su decisión de cierre amparándose en la caída del mercado del acero en Europa que ha transcurrido paralela, según las cifras aportadas por los alemanes, al aumento de los costes de la materia prima para realizar el acero.
Desde CC.OO. se ha mostrado su preocupación por la situación, pero resaltando un hecho que ha sido inesperado, ThyssenKrupp no ha acompañado su anuncio con la apertura del periodo de consultas que acompaña cualquier ERE con lo que los trabajadores van a tener tiempo suficiente para mostrar su respuesta al anuncio alemán. De hecho hoy a las 4 de la tarde habrá una asamblea en las inmediaciones de la planta para tratar la situación.
Los miembros del sindicato han mostrado su «más firme convencimiento» de que con la presión social y política adecuada la situación puede revertirse, aunque sea mediante la venta de la empresa a otro grupo.
Reacciones políticas desde Alemania
El Alcalde Alfredo Castelló, que ha encabezado la representación municipal en Duisburgo, ha calificado de «frío planteamiento empresarial» las explicaciones con la que los directivos alemanes han intentado justificar su, palabras textuales del Alcalde «injusta decisión». En su intervención, el primer munícipe ha hecho ver a los directivos que mantener la producción en Sagunto sería beneficioso no sólo por el ofrecimiento de los trabajadores de flexibilizar sus condiciones, sino por las ventajas que tendría ThyssenKrupp cuando llegue la reforma del sector energético que prepara el Partido Popular, así como la inminente conexión por ancho europeo del puerto de Sagunto, sin embargo eso no ha parecido importar a los directivos alemanes.
«Nos han mostrado sus cifras, pero nosotros también tenemos cifras que demuestran que Galmed es rentable y la producción se puede mantener» ha explicado Castelló. Para el alcalde la clave de todo el asunto es que a pesar de los argumentos de Thyssen sobre la caída del mercado, los alemanes se niegan a renunciar a la jugosa cuota de mercado que les supone ahora mismo los productores de coches afincados en España.
Castelló ha llamado a la unidad y ha asegurado que ya ha informado al Conseller de Industria Máximo Buch sobre la situación, y al Subsecretario de Industria del gobierno Español. De hecho ya ha desvelado que Buch volverá a reunirse con los trabajadores de Galmed antes de viajar a alemania.
Desde el PSOE José Luis Chover ha mostrado su escepticismo ante las cifras ofrecidas desde Thyssen, «el directivo nos ha dicho que le podíamos creer o no, y la verdad es que creemos que todas las cifras son interpretables cuando no directamente manipulables» ha declarado. Chover también ha asegurado que es imposible que haya mercado para una planta si no la ofreces y mueves entre los posibles compradores como es debido, mientras que ha negado como posible que «alguien pueda creer que todos los problemas de ThyssenKrupp se solucionen, precisamente, con los despidos de los 165 trabajadores de Galmed».
El portavoz de Bloc-Compromís, Quico Fernàndez, ha llamado a dar una respuesta «unitaria y contundente» a la multinacional alemana. «Lo que está pasando es que para proteger el empleo en alemania se está sacrificando nuestra ciudad yendo en contra de todos los principios de la cohesión europea» ha declarado el líder nacionalista. Fernàndez ha llamado a la implicación de todas las instituciones del gobierno español para buscar represalias a todos los niveles, incluidos los jurídicos.
«Se nos está haciendo pagar el pato de los problemas globales de ThyssenKrupp» ha añadido.
El enviado de Segreación Porteña, Manuel González, ha invocado la necesidad de regresar a lo que ya demostró el Puerto de Sagunto ante el cierre de Altos Hornos y volver a demostrar la capacidad que este pueblo tiene para luchar por su supervivencia. El segregacionista entiende que una vez traspasado el terreno de la lógica, Galmed es una empresa que otorga beneficios, todo es una decisión política alemana, y por lo tanto sólo queda ejercer la presión que en su día se hizo sobre el gobierno central para que defienda, con uñas y dientes, la supervivencia de Galmed y con ella la de la economía del Camp de Morvedre. «Esto es una deslocalización por motivos políticos, y por ello tenemos que hacer valer nuestras armas políticas para detenerla» ha afirmado Manuel González
Por último Fernando López-Egea ha informado que este mismo miércoles los trabajadores de Galmed tendrán un encuentro con los grupos parlamentarios del parlamento español, que ya está siendo gestionado desde los grupos municipales.
Para el líder comunista el peligro real es que «Es la misma ThyssenKrupp quien está impidiendo la venta de Galmed, quieren cerrar la planta porque dicen que el negocio del galvanizado no es rentable pero, a la vez, quieren mantener su cuota de mercado, y al final se convierten el perro del hortelano, que ni come, ni deja comer al amo».
Para López-Egea Thyssen luce una «doble moralidad», porque «por una parte invoca la libertad de empresa, y por otra el proteccionismo replegando sus intereses por criterios políticos en vez de empresariales, y porque no permiten que se de la libre competencia al no vender Galmed a otro grupo del acero».
López-Egea considera que «Esto es un tema de cuestión política, es un cara a cara entre el gobierno español y alemán. tenemos que reforzar esa unidad para que el gobierno tenga las ideas claras», y advierte que, según señala la experiencia, los abogados de ThyssenKrupp suelen gustar de zanjar sus EREs aprovechando los meses de julio y agosto, por lo que las acciones de junio serán decisivas, en opinión de López-Egea, para salvar este primer matchball.
